ayer tuvo lugar la final Argentina-Chile. El presidente macri había amenazado con ir a presenciar la final en EEUU -aunque muchos le recordaron que, por una lesión mucho menor que la de la operación de su rodilla, no había concurrido a la CELAC. Y, en tren de importancia... -
Macri no fue a la final, miró el partido desde su casa. A su perfil de twitter subió la foto: ambos mirando el partido.
El objetivo: mostrarse atento y pendiente del resultado de la selección nacional. Y mostrase en familia, con su mujer.
Y ahí vino la pifiada.
Su mujer.
La soberbia de mostrarse, el orgullo de mostrar el cuerpo.
Ella en remera de mangas cortas,
y descalza -o, la menos, es lo que pareciera en la imagen- .
Entonces te vuelve a la memoria que, para los infelices mortales que fueron víctimas del "trabajo sucio" al que aludió el ministro de Hacienda (1) acá
si hasta el ministro del interior nos explicó por qué era un despropósito que las tarifas de gas -en el sur, por caso- eran muy bajas
pero volviendo al trabajo sucio, éste consistió en aumentar las tarifas -convirtiéndolo en verdaderos tarifazos-, que vinieron después de haber dejado sin trabajo a 250.000 personas -en megabytes =250-, transfiriendo de los sectores de menos recursos al poder económico, etc etc etc.
Vino el refuerzo de González Fraga para decirnos que no éramos dignos de recibir ni de ganar menos utilizar y/o consumir. Sensibles palabras de Fraga
Vino el refuerzo de González Fraga para decirnos que no éramos dignos de recibir ni de ganar menos utilizar y/o consumir. Sensibles palabras de Fraga
o, las más cercanas a la cruda realidad, pronunciadas por la gobernadora -dulce Heidi-
pero, eso sí, nobleza obliga decir que nos instruyeron sobre cómo hacer para gastar menos de nuestras castigadas percepciones de haberes, con este -premio consuelo- instructivo que bajaron desde el ministerio de gestión y modernización, -que se nota que ni macri ni su mujer han leído-
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