martes, 24 de noviembre de 2015

no esperaron ni un día. "ni vencedores ni vencidos"?

Usbek,
las señales no condicen con el discurso
con la Revolución de la Alegría
con las ondas de amor y paz
con el "en todo estás vos" como mensaje de unidad
con el "juntos venimos bien".

 


NI VENCEDOES NI VENCIDOS
en su proclama (luego de derrocar a Rosa) dijo Urquiza "... el triunfo era de la Nación, no de un partido, dije: no hay vencedores, ni vencidos. Era una victoria sin derrota. Era el precursor en la reconciliación de la familia argentina, el emblema de la fusión política, la voz de la civilización cristiana y el lema de la igualdad ante la ley.
No hay vencedores, ni vencidos quiere decir: no hay unitarios, ni federales, no hay proscriptos, ni perseguidos; no hay responsabilidad política por el pasado; todos somos iguales, todos somos hermanos; unámonos los argentinos a la sombra de la bandera de Mayo; hagámonos dignos de ella, contribuyendo todos a la paz, a la prosperidad y al engrandecimiento de nuestra dilacerada patria". Después vendría la Revolución del 11 de setiembre...
En 1955, el gral Eduardo Lonardi encabezó el levantamiento contra el gobierno constitucional, que terminaría en la implantación de la dictadura autodenominada Revolución Libertadora. Lonardi fue presidente de facto. La consigna de Lonardi y sus cómplices era "Dios es justo". Durante su breve régimen dictatorial la dirigencia gremial comprometida con el gobierno depuesto fue perseguida, el Congreso Nacional disuelto ; las provincias fueron intervenidas, desplazando a los gobernadores electos por interventores adictos; a los miembros de la Corte Suprema de Justicia se los dejó cesantes; se intervinieron las unviersidades y se desplazaron a decenas de profesores. La política de Lonardi fue respaldada por ultracatólicos y algunos sectores nacionalistas, despertó la oposición de quienes reclamaban medidas más duras contra el peronismo. Un golpe interno en las Fuerzas Armadas, determinó el día 13 de noviembre su reemplazo por Pedro Eugenio Aramburu. y vovió a aquella frase de Urquiza: "Ni vencedores ni vencidos". Después vinieron los fusilamientos de argentinos y argentinas. El espíritu de reconciliación es eufemismo.
Macri tiró "ondas de amor y paz" de unión y conciliación... pero hay venganza.
me voy corriendo a ver que escribe en mi pared
la tribu de mi calle.




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