Usbek,
el concepto de notable deviene de la expresión latina notabilis que, entre varias acepciones posee la siguiente: "personas principales en una localidad o en una colectividad". Lugar acaso ganado por
meritocracia.
Veamos de dónde deviene la notabilidad de los notables (confieso que el historial no es prometedor para los sectores populares. Los hay exfuncionarios de dictaduras o de gobiernos neoliberales)
Emilio Apud, Daniel Gustavo Montamat funcionarios durante la presidencia De la Rua
Julio César Aráoz, con Menem
Alberto Enrique Devoto, Alieto Guadagni, con Duhalde.
Raúl Antonio Olocco y Jorge Lapeña, con el dr. Alonsín.
Emilio Apud
Ex Secretario de Energía de la Nación durante la presidencia de Fernando De la Rúa. Su gestión duró sólo 8 días, entre el 12 y el 20 de marzo de 2001, ya que asumió junto al equipo económico del Ministro Ricardo López Murphy, quien debió renunciar luego de anunciar un paquete de ajuste con eje en educación, empleo público y provincias.
Luego de dejar la función pública, y apenas unos meses antes del estallido de diciembre de 2001, sostuvo que la crisis era una buena oportunidad para profundizar las reformas neoliberales: "La crisis política, social y financiera y, en consecuencia, la incertidumbre reinante (…) ofrecen una oportunidad para terminar de remover barreras a la inversión en la Argentina (…). Es decir barreras del ámbito estatal, algunas a medio abrir y otras aún cerradas. La crisis tarde o temprano conducirá a una reforma profunda del sistema político y del Estado, creando las condiciones que tornen atractivo invertir en Argentina" (Apud, 2001: 80).
Daniel Montamat
Fue Director de Gas del Estado (1985-1986) y Presidente de YPF S.E. (1987-1989) durante la presidencia de Raúl Alfonsín. Actualmente, preside el Estudio Montamat & Asociados, consultada habitualmente por lobistas del sector privado. También se desempeñó como Secretario de Energía de la Nación entre el 10 de diciembre de 1999 y el 25 de agosto de 2000 durante la presidencia de Fernando De la Rúa. Según el Diario La Nación, "había llegado al gabinete económico con el aval de todo el establishment petrolero, debido a que garantizaba el mantenimiento de las reglas de juego imperantes en el sector desde la privatización de las cuencas de hidrocarburos" (La Nación, 27 de agosto de 2000). Precisamente, durante los nueve meses que duró su gestión trabajó para consolidar la reforma neoliberal del sector energético propiciada por el menemismo: privatización de las empresas públicas, desregulación y exportación irracional de energía no renovable. Sin embargo, no logró acordar una nueva ley privatista debido a la oposición de buena parte de su propia fuerza política. Por lo tanto, Montamat afirmó: "De cualquier manera, con un gobierno que dice que va a respetar las reglas de juego y teniendo todo este marco legal ya operando, le diría que desde el punto de vista de los intereses del sector conviene más esta suerte de falta de jerarquía legal de una serie de instrumentos que una mala ley. Es un problema importante pero no acuciante, porque la gran preocupación del sector era si podía producirse un cambio en las reglas de juego si ganaba un gobierno de alternativa o de oposición. Hoy llegó ese gobierno y dice: estos decretos se siguen respetando" (Clarín, 19 de diciembre de 1999). Mejor nada que una "mala ley" desde el punto de vista de los intereses privados. Un punto de vista que Montamat procuraba representar sin fisuras. Durante su gestión, se profundizó el perfil exportador de recursos naturales no renovables: la exportación de petróleo se incrementó un 33,9% y la de gas natural, un 27,7% (Bernal, De Dicco y Sabbatella, 2014: 95). Para tener una dimensión del daño energético, la exportación de 84 millones de barriles de crudo en los 9 meses de gestión de Montamat superan la producción total de YPF en el año 2014; y la exportación de 3.311 millones de m3 de gas natural equivale a la producción total de Petrobras, cuarta empresa del mercado, en el año 2014.
Fue director de Gas del Estado entre 1985 y 1987, director y presidente de YPF entre 1987 y 1989. Luego se dedicó a asesorar empresas energéticas y también al Gobierno. De hecho, en 1990 el secretario de Empresas Públicas de Carlos Menem, Luis Prol, lo contrató como asesor petrolero, tal como destacó Horacio Verbitsky en su libro "Robo para la corona". Desde ese lugar jugó un papel clave al recomendar el nombramiento de José Estenssoro al frente de YPF. Las leyes y decretos que Roberto Dromi y Julio César Aráoz habían impulsado en 1989 habilitaban la concesión de áreas de YPF y su asociación con otras petroleras, pero no permitían vender cuencas, destilerías, barcos y ductos. Para eso se requirió otra ley y Estenssoro fue clave en esa segunda etapa, que tuvo a Montamat como un cerebro en las sombras. En diciembre de 1999 fue convocado por el presidente Fernando de la Rúa para hacerse cargo de la Secretaría de Energía, desempeñándose entre diciembre de 1999 y agosto de 2000. En ese momento fue cuestionado por la Oficina Anticorrupción por presunto conflicto de intereses, ya que su consultora Montamat & Asociados se dedicaba a asesorar a las empresas energéticas que el funcionario debía controlar. El jefe de Gabinete Rodolfo Terragno informó entonces que el propio Montamat le había asegurado que al asumir el cargo su consultora pasó a pertenecer a una prima que tenía el mismo apellido. El paso de Montamat por la secretaría marcó una continuidad de las grandes líneas estratégicas impuestas por el menemismo, pese a que el enorme apagón que sufrieron los clientes de Edesur en febrero de 1999 ya había dejado en evidencia las falencias de ese modelo con tarifas dolarizadas e indexadas a la inflación de EE.UU. Cuando dejó el gobierno, Montamat volvió a trabajar en su consultora, que aún tiene como clientes a las principales firmas del sector. En un discurso ante la Cámara de Comercio de Industrias Francesas en agosto de 2006, este ex secretario de Energía, a la sazón presidente y fundador de una de las consultoras más requeridas por las compañías del sector (locales y extranjeras), opinó entonces que "el problema no es el Estado intruso ni el Estado ausente: el problema es la discapacidad del Estado argentino, que funciona mal". Interesante opinión para quien trabajó en la función pública y fue director de YPF y Gas del Estado. Es, como no podía ser de otro modo, referente principal del grupo de los ex secretarios de Energía. Fue testigo para El Paso Energy en una demanda contra la Argentina ante el CIADI.
Julio César Aráoz
Leemos en Página 12 que el ex diputado y ex ministro menemista, se encuentra denunciado por su vinculación con delitos de lesa humanidad durante la dictadura. Se trata de la desaparición de Miguel Angel Arias. La madre
del desaparecido contó que
fue extorsionada por Chiche Aráoz, quien la recibió como “íntimo amigo” del capitán Héctor Vergez, jefe de la patota del centro clandestino La Perla. Aráoz le exigió “cinco nombres” de amigos de su hijo, que en ese momento tenía 18 años, si pretendía volver a verlo. También le describió, en pleno 1976, cómo había sido el secuestro de una pareja amiga de su hijo y a quién le habían entregado al niño, datos que coinciden con los hechos tal como se conocieron años después. “Este personaje habría sido colaborador del Tercer Cuerpo de Ejército, en particular del Batallón de Inteligencia 141”, explicó a Página/12 la presidenta de Hijos regional Córdoba, Silvia Di Toffino. Aráoz recibía a los padres del desaparecido en un local de compra y venta de muebles usados, que podría estar relacionado con los negociados de la patota de La Perla con los bienes que robaban a los secuestrados. Además Julio César "Chiche" Aráoz, fue secretario de Energía y ex interventor de Tucumán durante el gobierno de Carlos Menem.
Según OETEC, Aráoz fue Secretario de Energía de la Nación entre el 8 de julio de 1989 y el 14 de octubre de 1990, durante la presidencia de Carlos Menem. Previamente, fue Diputado de la Nación por la provincia de Córdoba y vicepresidente de la Comisión de Energía de la Cámara Baja. Su paso por Energía estuvo enmarcado en la reforma estructural del sector de hidrocarburos que llevó adelante el menemismo. Bajo los principios neoliberales, la reforma se erigió sobre tres pilares: la desregulación del mercado y la transformación de los hidrocarburos en commodities, en una primera etapa, y la fragmentación y privatización de YPF, en una segunda etapa. Aráoz fue uno de los ideólogos, además de ejecutor, de la primera etapa que se desarrolló en el primer año y medio de la presidencia de Menem, junto a Roberto Dromi -Ministro de Obras y Servicios Públicos- y Octavio Frigerio -interventor de YPF. En la segunda etapa, la del desguace y privatización de YPF, el protagonista principal sería José Estenssoro -a cargo de la dirección de la empresa- con la ayuda inestimable de José Luis Manzano a la hora de negociar en 1992 la Ley 24.145 de Privatización de YPF y Federalización de los Hidrocarburos. El Secretario de Energía en esta etapa sería Carlos Bastos. Durante la gestión de Aráoz, la extracción de crudo se incrementó un 7% entre 1988 y 1990 y las exportaciones dieron un extraordinario salto del 124%, con lo cual la relación exportación-extracción pasó de un 2 a 4%. En cambio, la extracción de gas se mantuvo relativamente estable, apenas un aumento del 1% entre 1988 y 1990. En materia de refinación, hubo un incremento del procesamiento de crudo: 6% en 1990 respecto a 1988. Un aumento similar a la producción de gasoil (8%) pero con un inédito incremento de la exportación del 667%. Aproximadamente el 13% de la producción de gasoil de 1990 se destino a la venta externa. La exportación de nafta súper también creció fuertemente, un 352%, pese a que su producción se retrajo un 13%. El 53% de la súper elaborada en 1990 se destinó a la exportación. El perfil exportador-depredador de los propios recursos tenía razón de ser, desde que la planificación socioeconómica del país se proponia desmantelar el aparato productivo nacional, el mercado interno, el empleo y la capacidad de consumo del pueblo argentino. Finalmente, cabe destacar que desde OETEC se le envió un correo electrónico al señor Aráoz, el 20 de junio de 2014, incluyendo las siguientes preguntas, a la fecha aún sin ser respondidas: 1) ¿Ha sido Ud. o es testigo para una empresa extranjera en alguna demanda ante el CIADI al Estado nacional (por ejemplo como lo fueron Daniel Montamat y Carlos Bastos)?; 2) ¿Es cierto que Ud. tiene un pedido para ser investigado como supuesto informante y colaborador de la D2, la Oficina de Inteligencia de la Policía provincial durante la dictadura?; y 3) ¿Niega o ratifica lo siguiente: El abogado de Derechos Humanos y querellante en la causa La Perla, Claudio Orosz, explicó que a partir de un material que fue secuestrado en la SIDE en 1999, "nos dimos con un memorandum donde hay antecedentes respecto a Julio César Aráoz, donde surgiría que era informante y que colaboraba de forma directa con la división de información D-2 de la Policía provincial" (La Mañana de Córdoba, 27 de mayo de 2014)?
Jorge Lapeña
Lapeña, como se describe abajo, fue el responsable de la paralización del Plan Nuclear Argentino y del abandono del plan de construcción de grandes represas hidroeléctricas. Desempeñó un papel protagónico en el sector energético durante el gobierno de Raúl Alfonsín, primero como subsecretario de Planificación Energética (1983-1986), después como secretario de Energía (1986-1988) y luego como asesor del presidente (1988-1989). La crisis colosal que atravesó el sector al final de aquel gobierno radical lo dejó maltrecho, pero logró reponerse y se convirtió en un referente del área como titular del Instituto General Mosconi y la consultora Lapeña & Asociados. También forma parte del grupo de los ex secretarios de Energía que cuestionan la política oficial. En 1989, en cambio, era mucho más contemplativo con la crisis energética que no pudo evitar. "El problema que atraviesa el sector eléctrico, si bien es de características graves, no es estructural", remarcó entonces en un informe del Instituto General Mosconi. Lapeña decía, cuando los apagones amenazaban con dejar a oscuras a toda la ciudad, que la potencia instalada era suficiente, pero que la crisis se debía a "una sequía extraordinaria", "un desperfecto inusual en Atucha 1", "la ausencia de El Chocón por falla imprevisible en su presa" y "alta indisponibilidad del equipamiento térmico". Los acuerdos con el FMI de mediados de los ochenta, el endeudamiento creciente, el empobrecimiento progresivo de la población y los ajustes sistemáticos habían hipotecado nuestro crecimiento y desarrollo. No había ninguna necesidad, y mucho menos recursos, para concluir Yacyretá (iniciada su construcción en 1983) y Atucha II (el contrato para el comienzo de las obras se firmó en 1980). Por tal motivo, Lapeña es uno de los máximos responsables de la altísima dependencia hidrocarburífera que hoy exhibe nuestro país.
Alieto Guadagni
Dos veces secretario de Energía de la Nación: julio de 1982 a diciembre de 1983, y febrero-agosto de 2002 durante la presidencia interina de Eduardo Duhalde. Su carrera en la función pública se inició durante la dictadura de Onganía. En 1966 fue interventor del Consejo Federal de Inversiones y en 1967 fue síndico titular de SEGBA. Además, entre 1966 y 1967 fue interventor del Consejo de Seguridad Social. Entre 1968-1970 fue Secretario General del Gobierno de la provincia de Buenos Aires, Secretario de Producción para la Defensa y Ministro de Economía de la provincia de Buenos Aires. Entre 1970 y 1971 fue Secretario de Recursos Hídricos de la Nación, durante la dictadura de Levingston. Con estos antecedentes, su primera etapa como secretario de Energía tuvo lugar durante la dictadura cívico-militar autodenominada Proceso de Reorganización Nacional, presidencia de Reynaldo Bignone. En esta primera gestión fue artífice de la renegociación de contratos con las empresas de capital nacional que habían accedido a la explotación de áreas productivas de YPF por licitación pública desde 1977, bajo la denominada privatización periférica de la petrolera estatal. Firmas como Pérez Companc, Bridas, Techint, Pluspetrol y Astra se habían hecho de un negocio sumamente rentable y de escaso riesgo, ya que todas las áreas tenían reservas comprobadas e infraestructura adecuada para su explotación a partir de inversiones previas de YPF. Además, los contratos establecían que el petróleo que extrajeran los contratistas debía ser adquirido por la empresa estatal a un precio que generalmente excedía el costo de explotación que YPF tenía en otras áreas de similares características. Como si fuera poco, los contratistas obtuvieron condiciones aún más ventajosas cuando renovaron los contratos en marzo de 1983, durante la gestión de Guadagni. Según consta en la investigación de Esteban Serrani y Ana Castellani (2010: 7), las nuevas pautas de contratación que beneficiaron a las contratistas privados, incluían: a) El establecimiento de un nuevo nivel de producción básica, sustancialmente menor al volumen de extracción que las empresas mantenían antes de la renegociación; b) La fijación de precios más elevados para la producción básica (ahora reducida por la cláusula anterior) que significó un aumento promedio del orden del 86,4% en los precios (pasando de 26,1 a 48,7 dólares el m3); c) La condonación de las multas por incumplimiento en la producción básica comprometida originariamente en los contratos, por un total aproximado de 40 millones de dólares; y d) El incremento de los precios por producción excedente, que se ubicaron en promedio, por encima de los 140 dólares por m3. De manera que su primera etapa al frente de la Secretaría de Energía no sólo es condenable por haber tenido lugar durante la peor dictadura que asoló a nuestro país, sino también porque bajo su gestión se aprobaron condiciones contractuales que deterioraban aún más el patrimonio de YPF en beneficio de un puñado de grupos económicos, al mismo tiempo cómplices de esa dictadura. Guadagni es consultor privado y desconocemos si fue testigo para alguna empresa extranjera que nos haya demandado ante el CIADI, como por ejemplo lo fue su colega del grupo de los "ex secretarios" Daniel Montamat.
Volvemos al sitio de OETEC, plabra autorizada en estos temas. Allí se lee que: Alberto
Enrique Devoto fue Secretario de Energía durante la presidencia interina de Eduardo Duhalde. Asumió el 8 de agosto de 2002, sucediendo a Alieto Guadagni, y finalizó su gestión el 24 de mayo de 2003, un día antes que asumiera la presidencia Néstor Kirchner. Según los resultados de una reciente investigación de OETEC conducida por el Dr. Ignacio Sabbatella, Devoto produjo en materia gasífera un perjuicio multimillonario al país. Un mal negocio para la población, un buen negocio para las empresas privadas.
La serie denominada "Ex secretarios de Energía bajo la lupa", publicada por OETEC y dirigida a revisar las gestiones de los ex funcionarios nucleados en el grupo energético neoliberal encabezado por Daniel Montamat, acaba de lanzar el estudio del caso de Alberto Devoto. Entre sus hallazgos más importantes se destacan:
- Durante los diez meses de su gestión, el crudo registró una caída interanual del 3,1% en extracción. El porcentaje de las exportaciones sobre la extracción se ubicó en el 31%.
- La extracción de gas aumentó un 3% en relación al mismo período del año anterior. Las exportaciones retrocedieron apenas un 1% y, por tal razón, el coeficiente entre exportación y extracción se mantuvo en el 13%.
Ignacio Sabbatella, autor del informe, señaló que: "para tener una dimensión de las implicancias de la venta irracional de un recurso no renovable como el gas, que además es el componente más importante de la matriz energética nacional, realizamos un cálculo comparativo. Durante los diez meses de Devoto al frente de la cartera energética se exportaron 4.953.396.000 m3 de gas natural por un monto de 226.787.190 dólares. El precio promedio del millón de BTU fue de 1,2 dólares. Ni siquiera existían retenciones a la exportación de gas en aquel entonces a partir de las cuales el Estado pudiera captar parte de esa renta. Teniendo en cuenta que el precio promedio al que se vio obligado a importar el país durante 2013 para satisfacer las necesidades internas fue de 12,2 dólares el millón de BTU (diez veces más), el gas malvendido durante la gestión Devoto tendría un valor actual de 2.230.768.827 dólares".
Por su parte, Ricardo De Dicco, Director de Investigación Científica y Tecnológica de OETEC, agregó que: "El procesamiento de crudo con Devoto aumentó un 3%, pero la elaboración de gasoil cayó un 1% y la de nafta súper un drástico 28%. Asimismo, el coeficiente de exportación/producción siguió siendo alto para ambos productos: 15% para el caso del primero y 61% para el segundo. El informe es contundente al respecto de la política depredatoria: de cada 10 m3 producidos en refinerías argentinas, más de 6 m3 fueron vendidos en el exterior".
Finalmente, el Director General de OETEC, Federico Bernal, calificó la gestión de Devoto como una sumamente perjudicial al interés de la población y su seguridad jurídica. "Queda claro del informe del Dr. Sabbatella que el ex secretario miembro del grupo ultra crítico y ultra conservador dirigido por Daniel Montamat, priorizó la defensa de la seguridad jurídica de las empresas privadas que la del pueblo para el cual debió gobernar".
Sobre la cuestión gasífera, Bernal fue contundente: "Si Devoto no hubiera vendido ese gas natural que no reportaba absolutamente ningún beneficio dado que no existían retenciones y además se dirigía en su abrumadora mayoría a la empresa Methanex en Chile que lo procesaba y lo exportaba, en 2013 nos hubiéramos podido ahorrar 2.230 millones de dólares. Pero Devoto prefirió seguir exportando gas (petróleo y combustibles también), con una matriz dependendiente de este energético y con una caída en la producción de petróleo y en las reservas que llevaba casi un lustro. Claro que el país en aquella época consumía mucho menos. La destrucción era tal que sobraba de todo. Pero en vez de pensar y obrar en función del país, esto es, en lugar de anticiparse a la necesaria recuperación que tendría que venir más temprano que tarde, y con ella el incremento exponencial del consumo y por ende el aumento de las necesidades de gas y combustibles, Devoto mantuvo abierto el grifo sin importarle las consecuencias que dicha decisión tendría. Pues bien, la recuperación comenzó un día después de su renuncia. Sus diez meses de depredación gasífera nos costaron... ¡2.230 millones de dólares!".
A propósito de semejante cifra, Bernal señaló: "Sería bueno que Montamat y equipo de ex secretarios tengan en cuenta esta suma a la hora de medir el déficit de la balanza energética que tanto le preocupa desde la renacionalización de YPF".
Informa OETEC que recientemente, Lapeña publicó un libro titulado "La energía en
tiempos de Alfonsín. Innovación, planificación estratégica, obras y
autoabastecimiento". El mismo nos sirve como disparador para evaluar no
sólo su gestión como secretario de Energía, sino también para abordar algunos
aspectos de la política energética alfonsinista que excedieron el tiempo de su
función. Cabe destacar que los dos secretarios que siguieron a su mandato
durante el período radical también forman parte del grupo de los 8 ex
secretarios: Roberto Echarte (7 de marzo de 1988 - 26 de mayo de 1989) y Raúl
Olocco (30 de mayo - 7 de Julio de 1989). Con una gestión de apenas 39 días,
Olocco entraña un caso singular sólo superado por el efímero paso por esa
cartera de Emilio Apud, durante ocho días en marzo de 2001.
En 1980 la Argentina había firmado un contrato con la empresa alemana KWU-Siemens para construir la central nuclear Atucha II. Las obras se habían iniciado en Diciembre de 1981 y debían terminar en 1987, pero se presentaron serios retrasos durante el gobierno de Alfonsín. Los Secretarios de Energía responsables de ese retraso fueron además del propio Lapeña, Roberto Echarte y Raúl Olocco, tres miembros del grupo de 8 ex secretarios. Esto condujo a una paralización casi total del proyecto y a la posterior cancelación de la construcción de las tres restantes centrales nucleares gemelas a Atucha II. Olocco Nuevamente ocupó la secretaría entre junio y julio de 1989.
Lo cierto es que, con esto de los "notables", me vino a la memoria aquella Convención de Notables que en 1903 fue propiciada por Roca -partido autonomista nacional- para postular al futuro presidente de la república. Un periódico entonces dijo: "la Convención era un atentado contra los derechos populares ya
que se encaminaba a suprimir los comicios, implantando la oligarquía
y el oficialismo en la república". Un semanario humorista de aquellos días compuso estas líneas que retrataron la famosa convención de "notables":
En la magna convención
De los notables del P.A.N.
Hay muchos que no lo son
y muchos que no lo están
consultado.
http://www.infobae.com/economia/2016/08/29/el-gobierno-conformo-un-consejo-de-notables-que-asistira-al-ministro-de-energia/
http://www.oetec.org/nota.php?id=1420&area=17
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-229450-2013-09-20.html
http://www.oetec.org/ex_secretarios_detalle.php
http://www.oetec.org/nota.php?id=%20654&area=%201