jueves, 15 de septiembre de 2016

de "gatos y porongas"

Querido Usbek,
hace unos meses, un muchacho le endilgó el adjetivo "gato" al presidente.
La palabra en cuestión es "gato", que, del lenguaje carcelario, común en sectores populares, utilizada previamente por sectores marginados, que ha pasado, poco a poco, a ser incorporada al lenguaje coloquial, al cotidiano.
Alguien escribió -no he podido encontrar la fuente para citarla- una clara definición del término, sus alcances, su antagonista, etc.:
"En el lenguaje carcelario, que se nutre profusamente del lunfardo, además de por una afinidad cultural, por la necesidad inicial de cifrar los mensajes, se adoptó el término rápidamente adecuándolo a las necesidades particulares. Así, en la “tumba”, el “gato” es el “mulo” del “poronga” de la “ranchada”, es decir que es el sirviente del jefe del pabellón. El “gato” ejerce una autoridad prestada ante los demás, que paga con su servilismo ante el jefe, que a su vez, deja en claro todo el tiempo y frente a todos, quién es el jefe y que el respeto requerido para con el “gato”, es en realidad, para con él. El “gato” es el que recauda para el jefe y su bienestar recae en la eficacia de su acción, por lo tanto, es muy celoso e impiadoso en su trabajo. El “gato” por sobre todas las cosas, desprecia al que está en inferioridad de condiciones y admira a quien lo utiliza. El “gato” no es un esclavo que quiere ser libre, es un esclavo que anhela ser esclavista. Lo más ajeno a un “gato” es la solidaridad. El lunes 16 de mayo, en Calilegua, a casi un kilómetro de Libertador General San Martín, provincia de Jujuy, Luis Llanos fue detenido por gritarle “gato” al Presidente Mauricio Macri. Seguramente no lo hubieran detenido si le hubiera dicho “representante de las corporaciones que transfiere recursos a los sectores concentrados y carestía a los más desposeídos, generando un estado de desigualdad que empuja a un vasto sector de la sociedad a la pobreza, despojándola de sus derechos y sometiéndola a situaciones de injusticia que lesionan su condición humana” A Luis lo mató la síntesis!!"
Se entiende la indignación del joven que apeló sumariamente a la expresión gato que sintetiza el sentir de un pueblo que todos los días es destinatario de manera negativa de decisiones que siguen profundizando la pobreza, la recesión, el desempleo, la dependencia, la entrega. Mientras, tanto el presidente como sus ministros y funcionarios se refieren a los "luises", es decir a los sectores populares que opinan en contrario a dichas políticas sin tener derecho a expresarlo en libertad, como.
- la grasa militante
- parte del trabajo sucio que había que hacer
- El día del trabajador cuestionó: el exceso de personal, el ausentismo y el abuso de licencias (sin entrar a informar sobre el ausentismo y el uso de vacaciones por parte del hoy presidente, y de su período como alcalde de Buenos Aires)
- la basura que había que limpiar, y otras por el estilo que destilan desprecio clasista que desparrama por el mundo, como esta...

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